Hay que aprender de todo un poco. Emocionada, atendiendo y mostrando al público sus creaciones, se encontraba Guadalupe Del Carmen González Moreno, pero ella no es una simple vendedora de bisutería, sino que además, es médico de profesión.

Su interés por las prendas nace luego de un especie de competencia que mantuvo con su cuñada de comprar prendas.

Su prima le mostró una pulsera de monedas y como ella la quería, se fue a un mall a comprar los materiales. En total gastó 18 dólares, pero como le quedó bonita, sus amigas la incentivaron a que le confeccionara los aretes.

Sin darse cuenta Guadalupe quedó metida en el negocio de la bisutería, sin que jamás tomara un curso o alguien le haya enseñado las técnicas de este arte que está de moda en Panamá.

Confiesa que empezó a confeccionar las prendas como algo muy simple, pero jamás pensó que llegaría a perfeccionarse. Cuenta que a veces terminaba de hacer las prendas a las 5 de la mañana y luego se bañaba para irse a trabajar al Seguro.

Fue como una especie de obsesión la que tomó con esta actividad, "porque como nosotros los médicos nos acostumbramos a no dormir, las joyas me ayudaban a canalizar el estrés. "Cuando hago una, me voy imaginando otra y así me voy", destacó.

Ya ella lleva cuatro años en el negocio y en estos momentos terminó su internado.

Orgullosa comenta que ni un modelo ni diseño es igual a otro, ni las piedras porque son únicas y originales.

Sus diseños están hechos de plásticos, maderas, cristales, broches de plata y bañados en oro, perlas y lo que el cliente le pida, pero sus precios son accesibles a todos.

Guadalupe va más allá de la confección de sus joyas. También se ha especializado en repararlas.

Ella le dedica tiempo a su hobbie.

GALARDON

Guadalupe ganó el premio a la bisutería en la feria de La Chorrera. Tenía su exposición en vitrinas.