Desde el año pasado, ni un artista que ha llegado a tierras panameñas, ha sido tan pueblo, como el hijo de la "Vero", Cristian Castro. Queridos seguidores del "tiqui, tiqui", llegué al aeropuerto a eso de las 8: 30 a.m., para traerles los pormenores de la llegada de esta gran estrella. Al llegar no vi movimiento de nada, pero al pasar el tiempo llegó la seguridad y los organizadores, así es que los seguí.
POR ARRIBA O PARA ABAJO
Como siempre, el tira y jala antes de que el artista llegue es saber por dónde entrará. Los organizadores sudaron como no tienen idea, porque no sabían si Cristian había llegado o si llegaría por el Salón Diplomático o por Aduanas. Tenían que verlos, estaban bien ofuscados, qué lástima que en ese momento el fotógrafo no estaba para mostrarles esa imagen. La cosa fue que les dijeron por dónde iba a bajar.
VINO CON SU HIJA
Cuando Cristian salió cargaba una sonrisa de oreja a oreja, pelando su dentadura para las fotos y cargando a su hija Simone. Al tener nuestro primer contacto con él, fue "cool", él se paró y los organizadores dejaron que los medios hicieran su trabajo. Tenían que ver a la niña, posee unos ojos que.... ¡ay, mama mía!... bien saltones.
SE ARMO EL ZAFARRANCHO
Todos querían hacerle una pregunta a Cristian, pero la mayoría de las veces el primero que obtiene el encuentro con el artista, empieza la entrevista. Lo malo fue que las preguntas que realizaban estaban fuera de orden, que la verdad no vienen al caso. Por ejemplo: ¿Qué cantarás hoy? ¡Hello! Qué más cantará, sus temas más populares. La cosa es que por preguntas como esas, perdimos la oportunidad de hablar con Cristian.
HABLE CON SU ESPOSA
Mientras los medios estaban con Cristian, haciéndole las preguntas comunes, yo me fui a hablar con su esposa Valeria Liberman. ¿Cómo les quedó el ojo? Y me dijo que Cristian es un esposo "fabuloso, de lo mejor y buen padre". Además, aseguró que tal vez podría darle otro hijo a este cantante. ¡Woe! Y si querían saber cómo esta pareja iba a celebrar el Día de San Valentín, su esposa Valeria me contó esto: "Mi marido me tiene una sorpresa y no sé qué será". ¡Huy, fuerte! Eso fue lo que hablé con ella. ¡Chao, chao!
|