Hace dos meses estaba desempleada, pero un buen día alguien le propuso asar pollos y vender.

Tal vez no sea el gran trabajo, pero ella con mucha humildad lo aceptó, pues sabe que con ese esfuerzo ayudaría a su cónyuge, Olmedo Solís, a mantener el hogar. La protagonista de hoy es Aracelys Rodríguez, una chiricana de Puerto Armuelles, pero residente en La Esperanza de Alcalde Díaz. Su meta es que sus cuatro hijos tengan un mejor futuro y "Dios mediante, sean unos profesionales (sus hijos) que ayuden a su mamá", dijo.

Aracelys, aunque un poco tímida, es muy amigable. A su criterio no tiene que anunciar su negocio, pues ya tiene una clientela fija y por recomendación su negocio ha cobrado vida, pese a que reconoció que no es un trabajo independiente. DIAaDIA la conoció sentada bajo una tolda que está ubicada frente al edificio Tuira en Betania.

Allí tenía un platón lleno de yuca salcochada y más de 20 pollos listos para llevarlos al carbón. El cuarto de pollos está a la venta en un dólar veinticinco y con yuca, veinticinco centésimos más.

Aracelys trabaja en este puesto desde el mediodía hasta las 9:00 p.m. Y mientras ella labora, su madre cuida de sus vástagos. Además, su esposo sale a realizar trabajos eventuales.

Pero Aracelys también tiene sueños, ya que aspira a estudiar una carrera técnica para ver qué tal le va. Mientras tanto, afirmó que seguirá luchando para ofrecerles todo lo que esté a su alcance a sus hijos: María Luisa, José Ángel, Joshuá e Itzi Cristel.

AL DIA

Aracelys dijo que mantiene todos sus documentos en regla para garantizar un producto saludable a sus clientes.