El riesgo de partos prematuros se ha reducido en casi un 6 % en Bélgica desde que comenzó a aplicarse la prohibición de fumar en bares, restaurantes y otros lugares públicos, según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Hasselt (norte de Bélgica) y publicado hoy.
Los resultados del estudio, recogidos por la revista "British Medical Journal", muestran que el riesgo de partos prematuros disminuyó un 3,13 % en Bélgica desde 2007, cuando comenzó a aplicarse la prohibición de fumar en restaurantes y en lugares de trabajo.
Las probabilidades de sufrir un parto prematuro se redujeron un 2,65 % adicional a partir de 2010, año en que la prohibición se extendió a todos los bares y establecimientos de hostelería que sirvieran comida, según el estudio dirigido por el doctor Tim Nawrot.
Aunque ya existían pruebas médicas de los efectos perjudiciales del tabaquismo activo y pasivo durante el período de gestación, hasta ahora no se había evaluado el impacto de una legislación anti-tabaco en el embarazo, según destacó la Universidad de Hasselt en un comunicado.
El estudio fue elaborado por dicha institución en colaboración con el Centro de Epidemiología Prenatal de Bélgica, y consistió en un análisis de cerca de 607.000 partos desde 2002.
Los investigadores constataron una reducción del número de partos prematuros y las diferentes fases de la legislación antitabaco, según afirmó Nawrot, quien destacó el "valor" de este tipo de medidas.
El director de la investigación recordó que estudios previos han demostrado la relación entre la duración del período de gestación y los problemas de salud en otras fases de la vida.
"Cada vez hay más países que aplican restricciones al tabaco, y nuestros resultados respaldan la utilidad de estas medidas. Y en este caso se trata únicamente de las primeras etapas vitales", afirmó Nawrot.