Lo importante a la hora de hablar de las carnes es la salubridad de éstas, y esto depende de cómo las maneja. El truco para evitar que lleguen a convertirse en alimentos peligrosos es muy sencillo: manipular la carne con mucho cuidado. He aquí lo que debe hacer:
Compre la carne y directamente refrigere. Coloque dentro de la refrigeradora un termómetro para carnes. No deje las sobras al aire libre por mucho tiempo. Descongele la carne en la nevera, no en la mesa de la cocina ni en el sumidero. Mantenga las carnes separadas: carnes rojas, mariscos y carnes blancas. -
Lave bien las carnes antes de cocinarlas y así evitará muchos riesgos.
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