Bajo la sombra de los árboles y en la esquina del edificio de Hacienda y Tesoro, se encuentra un negocio muy peculiar, que ya tiene 23 años de existencia y es el sustento de unas 6 familias, incluyendo el de Amalia Navas, encargada y administradora del "negocito". Éste consiste en un local abierto con 5 cajones para lustrar zapatos.
Hace 23 años, el esposo de Amalia, Leonardo Rodríguez, empezó en esta esquina con un solo cajón lustrando zapatos; poco a poco los demás jóvenes se fueron integrando al negocio y éste fue creciendo. El señor Leonardo fue quien les enseñó a los demás lustrar zapatos.
"Iniciamos en este negocio, porque vimos que es una fuente de trabajo", dijo Navas.
Amalia Navas ingresó en él hace 6 años, convirtiéndose en la administradora, y desde entonces ha estado en el área sin separarse del puesto.
"ESTO ES CULTURA"
En medio de lo que se vive actualmente, la cultura de lustrar zapatos se está perdiendo, manifiesta Navas.
Para Amalia, la escasez de lustradores depende de la falta de apoyo del Gobierno en este trabajo, que ella califica como artesanal.
Hay dos tipos de lustración de zapatos, uno es el spin shine, que consiste en la limpieza fina y es el más gustado por los clientes; el otro es el sencillo.
CLIENTES DE RENOMBRE
Y es que estos 23 años no se fuman en pipa, pues la cantidad de personajes del ámbito nacional que han pasado por este lugar es innumerable.
El diputado Rogelio Paredes, músicos como Nenito Vargas, varios ministros son algunos de los clientes más frecuentes.
SON DE VERDAD
"Lustradores de calzado Doña Amalia" está integrado a la microempresa, y es el único negocio de lustradores de zapatos en el país que paga impuesto al gobierno, asegura Navas.
METAS
Desde sus inicios, "Lustradores de calzado Doña Amalia" sólo ha tenido un patrocinador, que son los betunes Búfalo.
METAS
Navas desearía tener más patrocinadores para poder agrandar el negocio. Atienden de lunes a sábado, de 6:00 a.m. a 4:30 p.m.
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