Para muchos jóvenes, su inexperiencia no ha sido impedimento para lograr convertirse en personas responsables. Argelia es una chica de 20 años, que ha tenido que sacrificar las experiencias propias de su edad, para convertirse en hija y madre responsable.

Con una familia de tres hermanos, y un pequeño de tres meses, Argelia ha empezado a trabajar, atendiendo un pequeño puestito ubicado en San Miguelito, donde vende deliciosas piñas, que a todos han gustado.

"Lo hago para ayudar a mi familia, pues trabajo con mi hermano, él trabaja en el mercado, me trae mercancía, y yo la vendo acá", nos cuenta Argelia, quien llegó hasta sexto año de la secundaria, pero aún no ha podido ingresar a la universidad, sin embargo, lo está pensando muy seriamente, a pesar de que entre atender a su pequeño hijo, y el trabajo, le queda poco tiempo.

Argelia se levanta desde las cuatro de la mañana, para salir de su casa, en La Chorrera a las cinco. Finalmente, su jornada de trabajo termina a las seis de la tarde, para ir corriendo a ver a su bebé, Reinaldo. Aunque no trabaja en oficina, Argelia es muy estricta en su horario de trabajo, y toma como único día libre, el domingo. Y por supuesto, su sueño es tener un negocio más grande, como un kiosco más completo, pero sin moverse de donde están, pues la clientela es buena. Uno de los momentos más difíciles, fue cuando su papá cayó en la quiebra, y se tuvo que vender uno de los primeros nego cios, pero con el aporte de todos, las cosas han mejorado, y de ahora en adelante todo irá mejor, "si Dios quiere".

GANANCIAS

Antes Argelia vendía tomates, pero con la piña, que vende a tres por B/. 1.00, le ha ido mucho mejor.