Las advertencias de la abuela no fueron suficientes para evitar un descomunal incendio ocurrido en la comunidad indígena AKUA YALA, en Bayano, que consumió las viviendas de 17 familias Kunas, en horas del mediodía de ayer. Todas las casas, de ambos lados de la carretera, desaparecieron. Aproximándose la hora de preparar el almuerzo en una de las chozas, un par de niños empezaron a jugar cerca del fogón, la abuela los regañó y les dijo que se alejaran de allí, pero de un momento a otro, la fuerte brisa del mediodía aumentó las llamas e hizo que ocurriera el desastre. El viento, la falta de agua potable, y la madera y pencas secas, con las que usualmente construyen los indígenas sus viviendas, fueron una combinación fatal, y el marco propicio para que el incendio se extendiera a otras viviendas. Para colmo, el único teléfono público del lugar estaba dañado, por lo que no pudieron alertar a tiempo a las autoridades competentes. Los primeros en llegar al lugar para ofrecer asistencia fueron miembros de la Policía, luego se les unió el cuerpo de Bomberos, quienes tardaron hora y media en llegar, pero ya era tarde, pues en 20 minutos quedó todo en cenizas.
POR MIENTRAS
Los 65 damnificados por el incendio, pasarán las próximas noches en la Casa Comunal del área, en Bayano.
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