No lo agarraron preso ni mucho menos vino extraditado de Colombia. Robinson Díaz, mejor conocido como "El Cabo Gaduña" en la serie el Cartel de los Sapos, estuvo en Panamá y bien acompañado. De su brazo iba una mujer algunos metros más alta que él, delgada y de ojos hermosos. A simple vista pareciera una modelo, pero no, era su esposa, Adriana Arango, una actriz con la que lleva 16 años de casado y tiene un hijo de 11 años.

Con su acento "paisa" bien marcado saludó a todos los que estaban en la redacción de DIAaDIA y de una forma muy cariñosa, invitó a su esposa a sentarse junto a él, quien de vez en cuando en medio de la entrevista, le soplaba las respuestas.

En los pasillos del periódico eran varios los que querían saludar a Díaz, quien para ellos sólo era "El Cabo", ni siquiera les interesaba su papel como Oscar Leal en Vecinos.

En vez de cuestionarlo sobre su vida, todos querían saber qué va a pasar en el Cartel de los Sapos, que si lo matan o no. Sólo dijo que la serie se va a poner más sangrienta. Es más, en un capítulo él mismo se estremeció de la forma tan cruda como le tocó matar al sicario "Revolver", por lo que la escena la tuvieron que cortar.

Tanta ha sido la fama de la serie que de 39 capítulos tuvieron que alargarla a 45, incluso, viene la segunda parte en la que él también participará. Eso quiere decir que "El Cabo" no muere, sino se convierte en el jefe del cartel.

Para este papel le tocó tomar varios cursos de manejo de armas. "Nunca tuve ningún accidente", manifestó.

A pesar de la gran fama que tiene su papel, asegura que no es lo primordial, pues "cualquiera es famoso".

El actor de 42 años, oriundo de Medellín, asegura que no conoció al capo que personifica, Wilber Alirio Varela, alias "Jabón", ya que lo mataron el año pasado en Venezuela, pero sí ha conversado varias veces con el que escribió el libro, Andrés López.

DE MATON A TAXISTA

"Después que terminé de grabar el Cartel de los Sapos quería algo diferente, por eso acepté "Vecinos", que está en el primer "time" de Colombia", dijo.

Comenta que hubo un momento en que estaba grabando "Vecinos" y "El Cartel de los Sapos" al mismo tiempo, ya que esta última lo habían alagardo.

Al igual que Oscar Leal, es amante de la música, principalmente de la salsa de Rubén Blades, uno de sus grande ídolos. También se considera un hombre muy cómico y realista, que no vive de fantasías ni en una burbuja.