Desesperados. Luis Contreras, conductor de la estafeta de correos en Chiriquí, se siente burlado, pues fue despedido sin justificación. Nadie tomó en cuenta que tiene una niña con discapacidad y ahora está pasando necesidades.
Contreras se une a los 150 despidos que según Ismael Ruiz, vocero de la Asociación de Empleados de Correos y Telégrafos en Panamá, se han dado en los últimos meses. Ellos aducen que hay muchos de estos funcionarios que tienen más de 20 años de estar sirviendo a la institución y quedaron cesantes.
Ayer, esperaron por una hora a autoridades del Ministerio de Gobierno y Justicia para ser atendidos, pero recibieron una respuesta negativa a su petición.