El día de la tragedia, Catalina supo la noticia en la noche. Al día siguiente, estaba en el hospital. (Foto: CAROLINA SÁNCHEZ / EPASA)
Carolina Sánchez P.
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Necesitan ayuda. Ambos padres saben que su hijo cometió un error, pero que lo quemaran vivo el pasado 9 de enero no era lo correcto.
Los esposos Einar y Catalina, padres de Christian Mora, de 16 años, quien se mantiene en la Sala de Cuidados Intensivos del Hospital Santo Tomás, viven en una humilde vivienda de madera, zinc y piso de tierra cubierto con linóleo.
Ellos no han podido hablar con él, pues las visitas son de tres minutos y les prohíben hablar, ya que está débil. La única comunicación que han tenido es por medio de miradas, a través de las cuales Catalina le envía a su hijo mensajes de amor y fortaleza. Christian estaba recluido en el Centro de Cumplimiento en Tocumen desde hace un año y tenía que pagar dos años y medio por un robo. La situación precaria de su casa hizo que este joven sólo cursara hasta el segundo grado.
Einar, padrastro del quemado, aseguró que, de niño, Christian se iba junto a él a trabajar cortando hierba, limpiando lotes con machete y cargando tanques de agua a 25 centavos.
Esta familia ahora tiene la necesidad de construir un cuarto que tenga la comodidad necesaria, pues las heridas de Christian deben ser atendidas bajo un régimen de higiene muy estricto.
Catalina mantiene firme su pensamiento de que su hijo es algo especial. "Sí, acepto que cometió un error, pero no era razón para que le quemaran todo su cuerpo. Recordó que, cuando él trabajaba, le daba para comprar alimentos.
RESPONSABILIDAD Y NO CULPABILIDAD
Danilo Toro, sociólogo, manifestó que existen siete factores que generan violencia: la marginalidad, la ruptura del sistema escolar, la actividad del crimen organizado, el riesgo de la vulnerabilidad, factores ideológicos, la falta de oportunidad para que los jóvenes desarrollen su potencial y la violencia doméstica.
Expresó que lo ocurrido el pasado 9 de enero es responsabilidad de toda la sociedad, pues se le enseña al joven que el éxito es igual a riqueza, cosa que no es cierto, por lo que el menor de edad consigue el dinero "sea como sea" y se involucra en actividades de prostitución, hurto, asalto a mano armada, entre otras.
CENSO
En el 2003 se comprobó que del total de privados de libertad (10 mil), la mitad no había terminado la primaria y dos terceras partes no habían finalizado el primer ciclo.