El té verde está de moda. Se le atribuyen numerosas propiedades: es antioxidante, previene la caries y algunas enfermedades periodontales. Sabe qué es lo mejor, que favorece el control del peso.

Así es, el té verde activa la termogénesis de nuestro organismo, con lo que consumimos más calorías y se acumulan menos grasas. Además, hace que, durante la digestión, una parte de las grasas ingeridas no se incorpore al cuerpo. Puede estimarse que, consumiendo tres tazas diarias de té verde, se consigue una reducción de peso de un kilo en tres meses. Su efecto es más notorio si se combina con un cambio en el estilo de vida, especialmente algo de ejercicio.