Hola, le escribo para desahogar este dolor que estoy sintiendo.

Soy una chica de 20 años. Yo tuve un novio al que conocía desde que éramos pequeños porque vivíamos cerca, cuando ambos teníamos quince años, nos ennoviamos y fue un amor bonito, sincero, puro. Los dos teníamos los mismos ideales, por eso nunca me pidió la prueba de amor.

No le niego que peleábamos porque yo soy celosa, cosas de muchachos, pero no creo que haya otro muchacho en el mundo como él, pues también era mi mejor amigo.

Todo iba bien hasta ese sábado del año pasado, ese día yo no quise salir con él porque fui a ver a una tía hospitalizada, y cuando llegué a la casa, veo a mi hermana pálida con la cara larga, no sabía cómo decirme que a mi novio lo había atropellado un borracho y que había muerto.

Yo todavía no me repongo de la pérdida, vivo vestida de negro y no salgo, su mamá habló conmigo y me pidió que me quitara el luto, que me está haciendo daño, que me agradece el amor que le he tenido a su hijo, pero que no quiere que me convierta en una muerta en vida.
Sandy

ESTIMADA SANDY:

Comprendo tu sufrimiento porque tuviste una fuerte pérdida cuando apenas estás comenzando tu vida.

Tu proceso de duelo es muy fuerte porque es tu primer amor, pero tienes que sacar fuerzas de flaquezas y aceptar que tu novio está descansando en los brazos del Señor.

Aceptar no significa que lo olvidaste, es recordar con ternura, perdonarnos y perdonar lo negativo ante cualquier error.

Mira, a él no le gustaría verte así, él te amaba y quería lo mejor para ti. Como un homenaje a su existencia y por ese cariño que se tenían, tienes que seguir viviendo, superándote y cumpliendo todas esas metas que tenías antes de que todo esto pasara. Si ves que no puedes sola, busca ayuda profesional o espiritual para que te acompañe en este trance, que sabemos es duro.