UN TRABAJO sacrificado como cualquier otro

A pesar del auge que ha tenido este tipo de desfile, aún sigue siendo rechazado o visto como un tabú por cierta parte de la sociedad, especialmente las mujeres.

En un sondeo realizado, las féminas manifestaron que prefieren ver las prendas en las tiendas, antes de tener que verlas en otras mujeres, mucho menos que los novios les mencionen que quieren ir a un desfile, ya que sería causa de discusión. Por su parte, los hombres nos confesaron que asisten a este tipo de eventos, más que todo, empujados por el morbo de ver mujeres de cuerpos exuberantes y poderosos.

Pero se han preguntado, ¿cómo es la vida de estas chicas?, ¿quiénes deben soportar que desconocidos les griten cuanta atorrancia se les pase por la mente?, además de ser rechazadas, mal vistas y catalogadas de la peor manera por otras féminas.

A pesar de ello, es como todo, hay unidades que buscan vender solo su imagen, mientras hay otras que ven esto como un trabajo cualquiera que ejercen de forma responsable y profesional, cumpliendo con lo que el cliente pida, sin importarles lo que la gente piense o diga.

A diferencia del pasado, el mercado no es solo de las extranjeras. Con el pasar del tiempo algunas panameñas han entrado a este mundo, sin hacer ningún tipo de miramientos, eso sí, quien se introduce en él no debe tener la más mínima vergüenza, además de un cuerpo despampanante que debe mantener, ya que siempre hay competencia.