Vencido por el tiempo. Después de servir de cobijo a varias generaciones de panameños humildes de El Chorrillo, al viejo caserón de madera No. 8A-39, ubicado en calle 18 El Chorrillo, le tocó la hora de decir adiós, pues ya se había convertido en un peligro para sus habitantes.
Las estructuras empezaron a ceder en el mes de octubre, por lo que se hizo necesaria la demolición. De las familias que habitaban, cinco fueron reubicadas en La Estancia de Amador; tres en alquileres privados y el resto donde sus familiares.
El traslado de los ocupantes de este caserón, es parte del programa de mejoramiento habitacional, que tiene como fin recuperar los barrios tradicionales de las ciudades de Panamá y Colón.
Anteriormente, esta casa fue declarada en estado crítico.
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