Cuando cambies los cepillos de dientes de la familia, no tires los viejos, deja uno para lavar las llaves (grifos), otro en la cocina que te va a servir de mucho para lavar las cosas pequeñas y de muchos recovecos, como la rosca de la tapa de la licuadora, el rallador de zanahorias, el exprimidor de limones y mucho más.
Recuerda también dejar otro para tus prendas, ya que son bastante prácticos y tienen mil y un usos. ¡Ya sabe!
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