Orientación familiar

Dormir con los hijos


Lic. Rodolfo González / Psicólogo -

En un estudio hecho por National Institute of Child Health and Human Development (Nichd) de los Estados Unidos, se indica que en ese país la proporción de niños que duermen con sus padres en la misma cama creció del 5,5 % al 12,8%. Además, según una encuesta, el 50% de las madres testificaron que sus hijos habían compartido la cama con un pariente cercano, por lo menos durante el primer año de vida.

Ahora vamos a resumir el porqué, consecuencias y recomendaciones para los padres.

Actualmente se habla de lo importante que es el afecto en el vínculo con los hijos, el cual se trasmite a través del contacto físico, el tono de voz, los movimientos corporales. Todo eso es verdad y hay que hacerlo; sin embargo, este tema se confunde con suponer que al dormir con los hijos, se estaría entregando más afectividad.

Esa costumbre tiene sus riesgos, entre estos la sofocación y el aplastamiento de los pequeños entre la cama y la pared o contra el respaldo de la cama.

Si usted fuma

Si los padres fuman, lo más probable es que haya residuos de tabaco en el ambiente dentro de la habitación.

Como consecuencia, los niños podrían desarrollar una enfermedad respiratoria.

Llegará el momento en que el niño necesitará estar solo en su cama y en su cuarto.

Un espacio propio

Les ayuda a fortalecer su identidad

A veces, la costumbre de permitir que los niños duerman en la cama matrimonial se relaciona por factores culturales (yo dormía con mis padres), mitos (la bruja se lo quiere llevar), económicos (falta de camas para los integrantes de la familia), el frío, el miedo, la angustia, la pena que duerma solo, la flojera de levantarse a mitad de la noche a atenderlo, etc.

Hay que recordar que la personalidad del niño (a) se va formando desde temprana edad, por eso es muy importante lo que le enseñemos y hagamos delante de ellos. La cama debe ser un espacio personal que facilita la construcción del mundo interno.

Al estar en la cuna o cama el niño no solo duerme, sino que habla consigo mismo, juega, está en silencio, aprende a estar solo. Todo esto le permite construir un mundo, que será el que lo ayudará a sostenerse en la vida. Si siempre está invadido por personas “reales”, será difícil que pueda incorporarlas en su mundo simbólico, ya que necesita espacios de silencio y de ausencia de otros para hacerlo.

Casi todos hemos dormido con nuestros padres en algún momento. Proteger a sus hijos es su deber, pero sobreprotegerlo no es el mejor camino a la independencia que en algún momento él o ella buscará.

Siga las recomendaciones

Cuando el niño/niña tenga miedo o una pesadilla es preferible acompañarlos para tranquilizarlos y no llevarlos a la cama de los padres.

Asigne un lugar donde los niños sepan que es su área para dormir.

Acompáñelo hasta que se duerma y con los días, espere un poco más para ir a verle.