Los niños son hábiles y rápido aprenden a arreglar su habitación.
Lineth Rodríguez
| DIAaDIA
Las mujeres de hoy luchan por tener la casa limpia y unos hijos ordenados, aunque esto implique batallar a diario con ellos.
Geraldine Emiliani, psicóloga clínica, asegura que una de las cosas que más molesta a una madre es "tener hijos desordenados". Sabemos que a la mayoría de los niños no le gusta ni siquiera recoger los juguetes que tira.
Tienden a jugar horas y horas en su mundo mágico, pero una vez terminada la jornada, dejan un escenario increíble. Muñecos por un lado, ropa por el otro y al final no encuentran ni los cuadernos.
Las madres, por supuesto, al ver tal desastre nos descontrolamos y reprendemos al pequeño, pero como adultos debemos proponer e incentivar ese ambiente de limpieza y orden.
Por ello hay que tomar cartas en el asunto desde temprano. Emiliani asegura que "es muy importante que desde pequeñitos vayamos inculcando a los niños esta actitud. Tomar al pequeño de la mano y llevarlo a guardar los juguetes". Al principio lo hará por inercia, pero a medida que crezca sabrá la importancia.
HACER UN PLAN
En todo caso, para tener unos hijos ordenados, lo primero que tenemos que hacer es una guía. Hable con los miembros de la familia, incluyendo el padre, y divida los deberes. Recuerde dar tareas apropiadas para la edad del pequeño, no exagere.
"Sabemos que al principio no lo va a hacer bien porque está muy pequeño, con el tiempo mejorarán", manifiesta la psicóloga. Si dibuja un gráfico de los quehaceres para su hijo de 2, 3 ó 4 años, con fotos o imágenes para indicar cuál es su deber, el pequeño lo memorizará.
Eso sí, no ocupe todo el tiempo del infante, arregle para que tenga horas y días específicos para limpiar.
Cuando sus hijos ven que está trabajando tanto como ellos, es seguro que vean la limpieza menos como un quehacer aburrido o un castigo y asimismo lo verán de grandes. Es necesario enseñarles a los niños que los deberes se puede hacer de manera divertida.
Si el problema se agudiza porque el niño ya está grande entre 7 y 8, lo bueno sería negociar. "Es imperativo que el hábito inicie temprano, de no ser así trabajamos con recompensa". Si su hijo quiere algo, no se lo compre hasta que haya realizado la tarea y así hágalo con todo, hasta que se habitúe a limpiar su habitación. "Las personas que crecen y todo a su alrededor lo vuelven un desorden, así serán hasta que se casen", finalizó Geraldine.