Los extras llegaron en un bus, muy custodiados. (Foto: Alcides Rodríguez / EPASA)
Johanara Delgado
| DIAaDIA
¡Qué bochinchón! Seguimos tras la pista del 007 y lo que nos enteramos el lunes en la noche está más que bueno.
Era una tarde de estrellas. Decimos esto, porque nos encontramos con una enorme fila de extras, con grandes bolsas, chicas muy maquilladas, con anchoas en el cabello y algunos chicos con zapatos en la mano.
Todos esperaban entrar a una de las mejores escenas de James Bond. Una fiesta o cena para recaudar fondos para mantener "el planeta libre de contaminación".
En la película, en esta escena, está toda la "crema innata de Bolivia", pero en buen panameño, estaba todo el Chollywood. Rossana Uribe, Aldo Stagnaro, Rassiel, Fariba, Camilo de Cienfue, Marisín Luzcando, Lucho Gotti, Pan and Break, Briana Meighan (quien quería resaltar), Richard Moreno, el mánager de El General y hasta la famosa Chechi Castroverde.
Según lo que nos contaron nuestros paparazzis, esta escena durará tres días más, contando el anoche. Imagínense que la cosa empezó a las 5 de la tarde y terminó a las 5 de la mañana y aunque ustedes crean que era una fiesta al estilo panameño donde hubo guaro, bailecito y buena música, la cosa no fue así. Hubo comida, música, pero en esta parte fueron escenas de conversaciones y reuniones. Lo demás era para los siguientes días. Fíjense que parecía que disfrutaban de una buena cerveza, pero era pura utilería, nada de refrescarse.
El dato más curioso es que los extras llevaron sus mejores galas y si la producción se las aceptaba, le pagaban 100 dólares, pero si no era así, los vestían y les pagaban 70. Iban desde saco Armani hasta elegantes vestidos de famosos diseñadores. ¡Vaya, vaya!
Nos enteramos que a James Bond le gusta dormir mucho, pues cada dos horas de filmación se retira para su camerino a descansar.
¡Ahhh ! Casi lo olvido, la policía de turismo está más que dura, ya que al fotógrafo y a mí nos llevaron hasta el cuartel. ¡Ups!