Su esposa, madre y hermanos estaban destrozados. Cercano a este sepelio, los policías brillaban por su ausencia. (Foto: Alcides Rodríguez y Alexander Santamaría / EPASA)
Milagros Murillo F.
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"Ayúdame Padre, ya no aguanto", exclamaba Katia Martínez, viuda de Al Iromi Smith, quien falleció el pasado 12 de febrero en un confuso incidente en donde un policía motorizado le propinó un tiro por la espalda.
A eso de las 8:00 a.m., miembros del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS) de Colón, cerraron un paño de la vía frente a la sede del gremio, para luego, en medio de consignas, trasladar el ataúd al lugar donde residía en la multi Los Lagos, ubicada en La Feria, corregimiento de Cativá. Allí lo esperaba su esposa, su hijo mayor y el resto de la familia. De repente, un llanto agudo se escuchó en medio del silencio. Era la esposa de Al Iromi, quien no asimila la desaparición de su pareja. "Él era una persona que le gustaba mucho pelear por los derechos de los demás. No le gustaba la injusticia. Era muy luchador por sus hijos, siempre los quería sacar adelante, porque decía que si uno no lucha no consigue nada", decía Katia.
Agregó que no entiende por qué le quitaron la vida a su esposo, y espera no sólo la justicia divina, sino también la terrenal.
Al Iromi tenía 28 años y dejó en la orfandad a dos pequeños, de 11 y 4 años.
SEGUIRAN LA LUCHA
Luego de salir de La Feria, el cuerpo de Al Iromi fue llevado al auditorio Manuel F. Zárate, en el Centro Regional Universitario de Colón, donde cursaba el segundo año en Matemáticas. Luego de darle un paseo por la Central de Colón, el Al Iromi fue llevado al Parque del Recuerdo donde fueron depositados sus restos a eso de las 3:30 p.m.
Por otro lado, la Defensoría del Pueblo inició una investigación en Colón sobre la clase de perdigones que utilizó las Unidades de Control de Multitudes en los pasado enfrentamientos. Esto surge tras la denuncia de obreros que aseguran, según informes médicos, que estas municiones no pueden ser extraídas y podrían causar algún tipo de afectación a la salud.
LO DESPIDIERON
Unos 50 buses repletos de obreros llegaron a darle el último adiós a Al Iromi.