El señor Ernesto mantiene viva su fe por el Cristo de Atalaya. (Foto: Melquíades Vásquez / EPASA)
Melquíades Vásquez
| Veraguas, DIAaDIA
En Atalaya, durante la romería se conocen testimonios tristes otros alegres, narrados por personas que han recibido algún tipo de milagro.
Tal es el caso del educador jubilado Ernesto De León, de 67 años de edad, residente en la provincia de Colón. Él nos cuenta que a la edad de 28 años recién graduado de docente realizó trámites ante el Ministerio de Educación para ser nombrado en cualquier escuela del país, pero no lo lograba.
Un día callado en la mañana al despertarse alzó las manos y pidió a Jesús Nazareno de Atalaya que le concediera el milagro de ser nombrado como educador de Ciencias Naturales, tiempo después fue al MEDUCA a solicitar una revisión de sus documentos los que había entregado hace años y encontró que había sido nombrado hacía semanas, pero sus papeles estaban en una gaveta.
Desde ese entonces prometió caminar desde la entrada de Atalaya en la vía Interamericana hasta los pies de Jesús Nazareno para pagar su manda.
Actualmente lleva 40 años de estar caminando, solo que ahora por su edad lo hace solo desde la entrada del parque hasta la iglesia y hasta que Dios se lo permita.
Explicó que un día viajaba de la escuela a su casa en la provincia de Colón, junto a otros educadores, y el vehículo en el que viajaba colisionó con otro, ambos autos fueron pérdida total, los pasajeros no sufrieron ni un rasguño.
El maestro dice que tiene como costumbre al subir a un vehículo pedirle a Jesús Nazareno protección para él y los ocupantes.