
Olga gozó el paseo nocturno, aunque no le fue fácil entrar al parque.
Fotos: Erick Barrios.
Olga gozó el paseo nocturno, aunque no le fue fácil entrar al parque.
Fotos: Erick Barrios.
Olga gozó el paseo nocturno, aunque no le fue fácil entrar al parque.
Fotos: Erick Barrios.
Olga gozó el paseo nocturno, aunque no le fue fácil entrar al parque.
Fotos: Erick Barrios.
Olga gozó el paseo nocturno, aunque no le fue fácil entrar al parque.
Fotos: Erick Barrios.
Olga gozó el paseo nocturno, aunque no le fue fácil entrar al parque.
Fotos: Erick Barrios.
Olga gozó el paseo nocturno, aunque no le fue fácil entrar al parque.
Fotos: Erick Barrios.
Con un vestido inspirado en la mítica historia del rapto de Perséfone, hija de Deméter y Zeus, evocando el renacer de la naturaleza, S.R.M. Astrid Carolina Tejada salió al parque dispuesta a triunfar.
El vestido, hecho por Cristo Athanasiades, estaba repleto de canutillos, cristales, rhinestones y plumas de avestruz y pavo en tonos salmón.
El carruaje que llevaba a la soberana de La Bolívar era de Hades, hecho en su totalidad por Horacio Prado.
Mientras que la Calle Abajo se hizo esperar, ya que pasó más de una hora antes de que apareciera en el centro de la ciudad de Las Tablas la corte de Calle Abajo. El “staff” de Punta Fogón se quejó de las dificultades que otra vez tuvieron que pasar para poder entrar al parque. Resulta que los kioscos y otros lugares de expendio de alimentos impedían la entrada del inmenso carruaje de S.R.M. Olga Elizabeth Trejos Barahona.
Aun así, pasadas las 12:00 de la madrugada se vieron las primeras imágenes de la corte que para el sábado de Carnaval eligió como tema la Corte Rusa del siglo XIX.
Olga lució una alegoría de la Zarina de todas las Rusias, Alejandra Fiódorovna Románova.
Cristales, pedrería y plumas de avestruz y pavo real en tono fucsia y pastel adornaban a la soberana. El vestido fue cosido a mano por Juan Manuel Pérez y Carlos Ballesteros en el atelier de Roberto González.
Mientras que los carros fueron diseñados por Manuel Pinzón en el taller de Adolfo Mendoza.
Calle Abajo se autoproclamó, en la voz de su reina, de ser el dueño del Parque Porras.