No todas tenemos la dicha de tener a un ejemplar cariñoso, detallista, atento, o sea, todo un caballero, pero aquí le diremos qué es lo que puede hacer para cambiar a ese macho en un verdadero terrón de azúcar. ¿Ha escuchado la frase muy común entre nuestras abuelas: "La mujer es la que hace al hombre" y todo eso? Bueno es cierto, si su pareja no quiere fregar, no le lleva flores, ni se acuerda de los aniversarios y ni siquiera quiere besarla en los labios, entonces necesita una terapia extra intensiva de paciencia y amor. Preste atención.

Vivir un romance perfecto es, aunque sea simple, una cuestión de pequeños detalles, eso no puede pasar por alto. Si quiere que él sea detallista, empiece usted.

La mejor de las terapias, un beso por las mañanas, es lo mejor para comenzar el día. ¿Y por qué no acabar la jornada igual de bien? Al caer la noche, ¡besitos y más demostraciones de amor!

Dormir abrazados, acurrucados y darse besos en la cama, hará que la llama del amor se encienda. Enséñele con amor.

Acuérdese de ser moderada con sus arrebatos. En toda relación debe haber un equilibrio, es bueno que sepa cuánto lo quiere, pero eso sí, sin agobiarlo. Y esto también al llamarlo, pues si lo hace a las nueve, a las once o doce para decirle: ¡te quiero!, lo más probable es que se sienta acorralado y resulte muy empalagosa.

Algo que a un chico le encanta es subirle el ego, ahí lo tendrá contentísimo como también llenarle los oídos de piropos. Si está deprimido, lo mejor es animarlo con frases de aliento y si está feliz, pues acompáñelo con su dicha.

Procuren compartir un fin de semana juntos en una casa de campo o en la playa.

Sobre todo, no deje que nadie abuse de su buena disposición. Que se haya propuesto ser detallista, no significa que deba postrarse a sus pies. No deje que su pareja exija y exija sin dar nada a cambio.