La situación económica para el distrito de Barú cada día está más dura. Prueba de ello es que muchas personas tuvieron que regresar al depósito de chatarras de la antigua Chiriquí Land Company, donde se había enterrado una gran cantidad de hierros, como una alternativa para ganarse el pan del día.

Desde niños, jóvenes, mujeres y ancianos, no escatimaron esfuerzos para ir en busca de hierros enterrados sin importar cuánto les costara sacarlos, lo único que saben es que alguien les va a comprar el resultado de su trabajo.

Sólo 0.03 centésimos por libra pagan los compradores de hierro a esas personas que en medio del lodo y la tierra buscan el codiciado material.

Luis Antonio Bonilla, residente en Agua Buena, expresó que a falta de empleo en Barú no les quedan más alternativas que ir a sacar esos hierros.