No quería seguir viviendo. Con varias heridas en sus dos brazos, llegó al Hospital Santo Tomás (HST), Ángel De La Cruz Soto, uno de los directivos de la empresa Medicom, que vendió a la Caja de Seguro Social la glicerina contaminada con dietilenglicol, usada para preparar medicamentos.
Gerardo Victoria, director del HST, explicó que De La Cruz Soto fue atendido a las 9: 40 p.m. del pasado lunes, por las heridas que se causó en ambos brazos.
Según el galeno, Ángel De La Cruz aceptó que quería quitarse la vida y aunque las heridas no eran de consideración, se le mantuvo en el hospital, donde fue evaluado por un siquiatra para comprobar su estado emocional. Regresó a la cárcel La Joya, donde permanece detenido junto a Geovanni De Sedas y Alejandro De La Cruz, también implicados en el caso.
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