No sale de una y ya está en otra. Ahora, Britney Spears se enfrenta a un nuevo problema. Esta vez lo que le preocupa es su visible aumento de peso.
Después de ingresar al hospital de la UCLA, y de hacerle la evaluación mental, los médicos le prohibieron el uso de laxantes que usaba para adelgazar. Al dejarlos, es notable que la Princesa del pop haya subido muchos kilos.
"Ella ha abusado de la comida. La crisis nerviosa por la que atraviesa, la pelea judicial por sus hijos y la pérdida del control de su vida, la han arrojado a la comida". ¡Uy! qué mal.