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Aprendí a no confiar en ti,
tras muchas noches de esperarte
sin dormir.
Aprendí como tú a mentir
luego de escuchar tantas promesas
sin cumplir.
Tanto yo te esperaba,
tanto yo te esperaba,
que ahora soy yo
la que llega de madrugada.
Creí tantas mentiras,
Creí tantas mentiras,
que ahora soy yo
la que te engaña y te lastima.
Tanto lloraba, lloraba, lloraba por ti,
que me volví igual que tú.
No puedo creer
quién es el que engaña.
Tanto lloraba, lloraba, lloraba por ti,
que me volví igual que tú.
No puedo creer
cuánto te extrañaba.
Aprendí que no hay dolor
como perderse a uno mismo
y perder la inocencia.
Quítame esta herida
que me arrastra a un abismo.
Ni la venganza aquieta el dolor.
Se repite coro
Aprendí que no hay dolor
como perderse a uno mismo.