El hambre ataca y hay resentimiento por parte de los afectados, pues atraviesan una larga espera que no tiene cuándo acabar.
Es así como se sienten los moradores de la comunidad de Lajas Blancas en la provincia de Darién, ya que después de las inundaciones a finales del año pasado, el Gobierno se comprometió a suministrarles alimentos y semillas para la subsistencia de las comunidades afectadas. Y así fue durante los primeros meses; sin embargo, ya van para un mes que los alimentos no les llegan y desconocen la razón de esta situación.
¡NO SE PUEDE VIVIR ASI!
Jaime Sabúgara, presidente del Congreso Local de Lajas Blancas, admitió que el Gobierno les enviaba bolsas de alimentos secos y enlatados. No obstante, algunas familias se han quedado sin nada.
"Lo poco que les daba el Gobierno ahora no llega, y muchas familias se han quedado sin casa, ninguna semilla, cero cosechas y cero alimentos", señaló Sabúgara.
SI MAHOMA NO VA A LA MONTAñA...
El dirigente comunitario indicó que el Consejo Local indígena no se ha organizado para tomar acciones ante este problema, pero advirtió que si el Gobierno los olvida, tocarán las puertas que sean necesarias para que respeten sus derechos.
Calculó que en Lajas Blancas residen unas 600 familias, y aunque no todas las viviendas fueron afectadas, todas las familias indígenas de esta comunidad sufrieron pérdidas incalculables en lo que iban a cosechar.
Productos como el maíz, arroz, plátanos y árboles maderables fueron arrasados por las corrientes del Chucunaque, por ende, muchas semillas se perdieron, explicó.
CONSTERNADOS
Y aunque esta tragedia en Darién no cobró vidas humanas, hay quienes quedaron marcados para siempre.
La familia Dequía Garabato resultó afectada por las inundaciones. Para ella, ahora su preocupación es mayor, puesto que pronto iniciará el año escolar y sus tres hijos no podrán asistir a clases.
Inés Garabato, madre de este hogar, indicó que uno de sus sueños para este año era enviar a su hijo mayor al Primer Ciclo de Metetí y así verlo superarse, pero no podrá ser, con todos estos inconvenientes.
"Yo lo iba a poner a estudiar para allá, pero no hay plata. De a vaina pudimos construir un ranchito para esguarecernos", detalló.
PURO PAPELEO
En tanto, su cónyuge, Evidelio Dequía, sostuvo que funcionarios del MIVI hicieron un censo para ayudarles y se han quedado esperando.
Manifestó que él se cansó de esperar e hizo un ranchito chico para su familia, ya que no le gusta vivir arrimado. Sin embargo, enfatizó que si el Gobierno dio su palabra, debe cumplir, si no mejor se hubiera quedado mudo.
Esta pareja ha propuesto sacrificarse para salir de ese dolor de cabeza. Evidelio logró conseguir algunas semillas y ya montó un pequeño montecito; Inés trabaja artesanías, pero sólo las puede vender cuando hay visitas, y eso es de vez en cuando.
UNA MANO PARA LAJAS BLANCAS
Para solidarizarse con estas familias darienitas, la Fundación Pro Niños de Darién, GIIPCORP- Panamá y Franquicias Panameñas hicieron entrega de utensilios de cocina, artículos de limpieza y aseo personal, además de uniformes escolares, sábanas y otros enseres.
¿CUANDO LLEGARá?
En un comunicado de prensa, el Ministerio de Vivienda explicó que todavía se están evaluando las viviendas de 23 comunidades indígenas afectadas a lo largo del río Chucunaque.
Señalan que se pretende comprar los materiales para la reparación de las viviendas en el área, de manera que ello se convierta en ingresos para la economía local.
Alegan que se usará la madera que ha sido decomisada por los permisos cancelados por la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), en aplicación a un acuerdo que existe entre el Ministerio de Vivienda y esa entidad.
También se está gestionando la consecución de un local para el depósito de los materiales en Yaviza, pero citan cuándo será efectiva.
¡BIEN Y USTED!
DIAaDIA trató de contactar a Kaira Jardín, asistente del Despacho de la Primera Dama, para conocer sobre la situación de las bolsas de comida y hasta cuándo se suministraría esta ayuda, pero no hubo respuesta.
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