Sumergido en la tristeza debido a su abandono, se encuentra Antonio Rivera Mora, de 90 años, quien alega haber tenido más de 40 hijos y ahora no cuenta con ninguno de ellos.

El señor Mora perdió sus dos piernas debido a la diabetes, enfermedad que lo hace perder en ocasiones su lucidez.

"Antes yo era un hombre fuerte, trabajador, además un empresario próspero, fui dueño de un aserradero".

En este momento, el señor Antonio tiene cuatro meses de estar hospitalizado y hace mes y medio le dieron salida, pero aún no lo han ido a buscar.

Según Carmen Rodríguez, familiar de otro paciente, al señor solo lo visitó y cuidó tres días una hija, pero después no regresó más; aparte de ella, nadie más ha ido a verlo.

Los adultos mayores necesitan atención y merecen respeto de sus familiares, a pesar de la vida que hayan llevado.

El lugar donde vive el adulto mayor no es apto para su estado de salud, pues reside en un cuarto de alquiler, sin luz y sucio.

Alberto Quintero se encarga del cuidado de Mora, pero señaló que aún no conoce a los hijos del señor y que de vez en cuando se aparece una de las hijas a visitarlo.

"Ya tengo un año de cuidarlo y aún no me pagan, sus amigos se acercan a brindarle ayuda; otras veces yo voy donde uno de sus amigos a buscar la comida".

Héctor Sucre, administrador del hospital Rafael Estévez de Aguadulce, manifestó: "Hemos enviado notas a los familiares del señor para que lo vengan a buscar y aún no hemos recibido respuesta". Tratamos de buscarle ayuda a través de las autoridades, pero no le han ofrecido ninguna, afirmó.

"A través de este medio le hago un llamado a los familiares de este paciente para que asuman su responsabilidad, el hospital ya le dio los cuidados necesarios", recalcó.