Esta carrera partió de Los Libertadores a la Plaza 5 de Mayo. El taxista pidió permiso para poder llevar a otros pasajeros con ese mismo destino o alrededores. En eso, cerca de la Policlínica Alejandro de la Guardia hijo, de Betania, un jubilado pide que lo lleven al Complejo de la Caja de Seguro Social y se sube.
El taxista le preguntó si iba para el edificio nuevo o viejo. Pero a ese conductor le cayó un balde de agua fría cuando el señor le dice que: "No, yo voy a acuerpar a Eladio, porque esta lucha es de todos".
-¿Cómo, usted va a ir para allá? Mire la edad que usted tiene, ya no está para esos ajetreos.
El taxista suspiró y le advirtió que lo llevaría, pero cerca.
-Así como tiene fuerzas para ir a cerrar calle, bailar tamborito y hacer sopa de patita de pollo, entonces que camine-, argumentó el conductor, luego de que el pasajero se bajara por la Vía Manuel Espinosa Batista.
-Los viejos son un caso, unos cuantos se asolean y pasan su mal rato allí, pero la mayoría se queda en sus casas solo opinando, y al final si logran el aumento, todos se ven beneficiados.
Este ciudadano se puso a analizar el país: Panamá.
-Solo a Lucy se le ocurre empezar el año escolar una semana antes de los Carnavales. Yo quisiera ver la lista de asistencia de los maestros que viven en Azuero y que trabajan en áreas de difícil acceso. ¿No entiendo? La respuesta es como dos más dos es cuatro.
Esa es la fiesta del panameño, pero bueno.
Este año sacaron dizque una nueva mochila, pero esa bolsa no la usan los hijos. Vas a ver el poco de papás en la calle pifiándola. Yo espero que no las agarren de pase pa' entra' a la discoteca como hicieron el año pasado.
Me molesta ver cómo algunos padres están empeñando cosas para ir a carnavalear, y después los ves quejándose de que son pobres. Se salvan que ahora hay dizque un bono, pero se va a formar un arroz con mango cuando lo repartan en la escuela. Todo es un problema. Eso hasta que da rabia.