
No quedó nada del inmueble 20-30.
Foto: ROBERTO BARRIOS
No quedó nada del inmueble 20-30.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Johanelys Ortega residía con su hijo y su primo en la barraca de madera de dos altos N°. 20-30 que fue consumida por el fuego; ella, al igual que otras 15 familias, perdió todas sus pertenencias.
Ortega manifestó que pasaron la noche en unas carpas que les habilitaron a las diversas familias; la Alcaldía de Panamá les llevó comida, colchones, sábanas e implementos de aseo a los afectados.
Antes de iniciar con la limpieza, los damnificados del fuego recogieron los hierros retorcidos que quedaron en el lugar para venderlos y sacarles provecho. De allí se removieron los escombros a fin de despejar el área y evitar la propagación de cualquier alimaña.
Las familias esperan que las autoridades les den una solución lo más pronto posible, ya que desean un lugar digno para vivir. Mientras, el viceministro de Vivienda se comprometió en reubicar a los afectados en albergues temporales, pero están en búsqueda de un sitio.