El peligro ronda sus vidas. Los niños de la Barriada 2000, en San Miguelito, están en constante peligro, debido a que personas inescrupulosas entierran cables para robar luz. Los residentes hacen un llamado a los encargados de la supervisión del tendido eléctrico, para que verifiquen un poste que no tiene número, pero está muy cerca de una de las torres de ETESA, del cual baja un cable que está enterrado.
Los moradores solicitan la rápida intervención de los encargados, antes de que vuelva a suceder algo como el año pasado, donde murió una niña electrocutada.
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