Comenzó el jolgorio. Todo el mundo habla del Carnaval. Pero, ojo, a diferencia de años anteriores, desde hace unas dos semanas los padres de familia comenzaron a comprar los útiles escolares. Se dice que no hay mal que por bien no venga. Con la situación económica difícil que vive la sociedad, léase alza del combustible, de la electricidad (que se dio aunque se diga que no) y la canasta básica familiar, se ha despertado la conciencia ciudadana y el pueblo se ha avocado a la compra de lo que realmente es importante, anteponiéndolo a la farsa, el jolgorio y la diversión.
Si bien es cierto que el panameño se toma muy en serio esta fiesta, y hasta empeña lo poco que tiene para irse al interior y comprarse lo último de la moda para los culecos, ya se puede ver el resultado de lo que es pasar trabajo. Hay que priorizar y eso es lo que se está haciendo. ¡Enhorabuena!
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