En una casita muy humilde y de madera, en la comunidad de Mocambo Abajo, vive Betzabé Rodríguez, una inquieta niña de dos añitos y medio. Ella sufre de luxación de rodillas y caderas, por lo que no puede caminar. La luxación es el desplazamiento de los dos extremos de hueso de una articulación.

Ericka Mitchell, mamá de la niña, cree que haber cargado demasiado peso cuando estuvo embarazada pudo haberla afectado.

Aseguró que las esperanzas de recuperación de su hija empezaron a desvanecerse, porque la pequeña tenía una cita de genética en diciembre del 2006, que nunca se realizó porque al genetista lo habían botado.

A pesar de sus limitaciones físicas, Betzabé es como cualquier niña de su edad. Ella se sube y se baja de la cama, apaga el televisor, camina con unos "coditos" que se han hecho en sus pies y juega con sus muñequitas.

Desde hace dos años, la menor es vista por médicos norteamericanos pertenecientes a la Fundación Shriners. Sólo esperan que tenga más edad para llevársela a los Estados Unidos para operarla y pueda caminar.

Ericka sólo pide la ayuda de un alma caritativa, porque el techo de su casa está en muy mal estado y teme que con la llegada de las lluvias, lo poquito que tienen dentro de su hogar se moje . Su esposo gana muy poco, por lo que han tenido que vender duros para poder subsistir.

INSEGUROS

La familia de Betzabé teme que sean desalojados de su casa, pues los terrenos que ocupan son ajenos.