Soy crítico público del irrespeto - que se está haciendo hábito- de los canales de televisión que incumplen con los horarios que le prometen a la audiencia porque eso, por donde usted lo mire, es ser irresponsable y poco importa con el tiempo y hábitos de consumo de quienes ven televisión.
Una vez más Medcom hace alarde de esa estrategia de mentirle a la audiencia, prometerle un horario y no cumplirle. Esta vez fue el lunes en 'Tele 7' con la transmisión del Festival de Viña del Mar que, según la promoción que tenían pautada iniciaba a las 7 de la noche, corrían a la vez un cintillo que decía que iniciaba a las 9: 30 y al final quedó iniciando a las 10: 27 p.m. ¿En qué cabeza cabe correr un cintillo diciendo que a las 9: 30, seguir pautando una promoción que dice que a las 7 cuando tienes 3 horas de retraso en la transmisión inicial y 30 minutos de la hora que dice el cintillo y encima de eso que sean Los Picapiedras los que está al aire? ¿O eran Los Picapiedras los que iban a cantar en Viña?
Pero más delicado aún y aunque parezca un hecho insignificante, pero en esta industria no lo es, es utilizar -gústeme o no su estilo- a unas de las caras más importantes de una pantalla hermana como Juan Carlos Tapia para promocionar él, en su espacio boxístico, la supuesta transmisión internacional donde además tenemos a un representante entre los 6 finalistas de más de 3 mil postulados.
Quiero pensar que el señor Tapia con todo lo que él dice cuida su nombre debe estar molesto de haber endosado su credibilidad al anunciar con bombos y platillos, - cito sus palabras - "...por primera vez en la historia de los 52 años del Festival de Viña del Mar se va transmitir en vivo y en directo en Panamá los seis días... de 7 de la noche hasta media noche en directo los seis días Viña del Mar..." ¿Cómo se debe sentir el señor Tapia cuando apoyó e invitó a "su" audiencia a ver un show que inició 3 horas y 27 minutos después?
Reitero, esto no es un hecho insignificante porque se juega con el tiempo de la audiencia que espera una transmisión a una hora promovida en pantalla y que además se utiliza a uno de los talentos -aunque sea independiente- que supuestamente vende credibilidad en su segmento de opinión. Se vende una transmisión supuestamente "en directo" que fue -ese día- diferido. En otras palabras, nos invita a no confiar en Tapia cuando invite a ver una transmisión, invita a no creerle más a ninguna promoción de Tele 7 y sí, golpea 'las marcas' porque aunque es entendible que existan artistas que en sus contratos prohíban la transmisión internacional de su actuación -como pasó el lunes- eso se sabe a la hora de adquirir los derechos de transmisión y se anuncia el horario "real".
Sumado a todo lo arriba expuesto, en ese jugar con los horarios, sacrificaron el apoyo en sintonía a Danny Ricardo, nuestro representante que, de seguro, esperaban algunos ver desde las 7 de la noche y la extraordinaria presentación de casi 3 horas de Yuri.
Tele 7 se une a las pantallas que incumplen los horarios, impidió que más panameños vieran a nuestro representante competir y literalmente ¡KO! la confianza de Juan Carlos Tapia que espero más nunca promocione un show del que no tiene garantía se transmitirá a la hora acordada. ¡Está mal! ¡Está sentido!