María está contenta con su nuevo trabajo. (Foto: ARNOLDO ZEBALLOS /EPASA)
Carolina Sánchez P.
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Hace su trabajo con amor. María Elena Murillo va a cumplir un año vendiendo artesanías en el local 89, ubicado en el Mercado de Artesanías. Una de las características que sobresalen de esta dama es la cortesía y dedicación con que atiende a sus clientes.
María trabaja para una señora que hace un año le ofreció trabajar y que con mucho gusto aceptó. "Antes laboraba para un chinito, ahora estoy aquí cada día aprendiendo más", dijo María.
Sin medir su tiempo mostró cada uno de los artículos que vende, a la vez que detallaba con qué están confeccionados los adornos.
En esta pequeña tienda, las personas encontrarán hamacas, sombreros, sandalias hechas con cuero, las blusas Panamá, suéteres con adornos de mola, entre otros.
Esta comerciante viaja todos los días desde la barriada La 2000, en el distrito de Arraiján, al local para llevar el sustento a su casa, pues tiene cuatro hijos que mantener. Ella es oriunda de la provincia de Veraguas.
Recordó que para los meses de octubre y noviembre es cuando hay más demanda de ropa típica. "Son días en los que no hay respiro para hacer nada más. Me ha tocado atender a personas que me dan una buena propina por la atención que ofrece. Ese tipo de actos me hace sentir bien, pues las personas reconocen la labor que uno hace en su trabajo", afirmó María.
Mientras atendía a un señor que buscaba una correa, María explicó que en Panamá hay trabajo, pero las personas se las tienen que ingeniar para que lleven el sustento a su casa de manera honrada.
Ahora esta comerciante aprende de cada uno de los objetos que vende para que sus clientes estén informados de los que van a comprar.
SER HONESTOS
Esta panameña emprendedora aconsejó que hay que conseguir el sustento diario de manera honrada.