Gozaron el campamento

El estar enfermo no es impedimento para ellos. La Fundación Panameña de Hemofilia le dibujó una sonrisa a 50 niños y jóvenes de diferentes provincias, quienes padecen de hemofilia, mediante un campamento de verano que duró tres días en las cabañas Turismaru, en Cerro Azul.

Esta fundación es una organización sin fines de lucro que tiene como misión principal proteger y apoyar al paciente con hemofilia y otras coagulopatías, y mediante estos campamentos les enseñan a los niños motivación, diversión y, lo más importante, que ellos aprendan que son niños normales con una deficiencia en la sangre, pero igual tienen que estudiar como los demás y prepararse para la vida con mayor razón.

Alaisa de Melgar, directora ejecutiva de la fundación, explicó que para el campamento siempre se busca un lugar con piscina, ya que la natación es el deporte recomendado para el niño con esa enfermedad. “Estudios indican que la natación fortalece sus músculos y los sangrados de las articulaciones disminuyen”, destacó.

Pero eso no fue todo, pues los niños pudieron despedir sus vacaciones a lo grande, ya que visitaron el Museo del Canal Interoceánico de Panamá, celebraron cumpleaños de sus amiguitos, efectuaron ejercicios de yoga y al final tuvieron una premiación y evaluación por parte de diferentes miembros de la fundación.

Luz Villalaz, enfermera de la Clínica de Hemofilia del Hospital Santo Tomás, informó que durante los tres días de campamento a cada niño se le aplicaba el factor, es decir su medicamento, y a su vez ellos aprendían cómo era la mecánica para prepararlos ante cualquiera situación. Esta fundación tiene más de 20 años dirigiendo un sinfín de actividades, enfocadas en mejorar la condición de vida de los niños con esta enfermedad.