Casi no vive para contarlo. Un humilde taxista, que había iniciado a laborar desde temprano, fue asaltado ayer por dos sujetos que lo abordaron a la altura de "La vereda del guandú", en Santa Marta.

Aún estaba oscuro cuando Gabriel Santamaría salió a "taxear". Acababa de dejar su primera carrera en la piquera de los buses de Torrijos Carter, cuando se topó con los dos sujetos que cargaban una maleta y se dirigían hacia "Un rincón de lo nuestro".

Uno de ellos se sentó al lado de él. Luego de avanzar varios metros, los sujetos encañonaron a Gabriel con una escopeta, mientras, le revisaban los bolsillos para quitarle el dinero.

La intención era matarlo, pues sin pensarlo mucho, el que se encontraba en la parte de atrás le avisó que le iba a disparar, y Gabriel, forcejeando con los tipos, evitó el primer tiro, que pegó en el techo del vehículo. Vino el segundo, pero también fallaron, pues reventaron uno de los vidrios traseros. Para el tercero, los sujetos estaban muy nerviosos, la gente ya empezaba a aparecer por allí, y al no poder cargar el último cartucho, decidieron dejarlo ir y salieron huyendo en el mismo taxi.

Como a las once de la mañana, el vehículo apareció abandonado en los estacionamientos del centro comercial "Mis provincias", en Milla 8. Según Gabriel, se trata de dos sujetos de tez morena. Más fue el susto, ya que Gabriel sólo quedó con esquirlas en una pierna y un golpe en la cabeza, propinado por el pistolero con el arma.

SE SALVO

Los ladrones tenían la escopeta escondida en una maleta negra, pero no pudieron matarlo.