Alegría, risas, desorden, desenfreno... y mucho licor o guaro como le dice el vulgo.

Celebren mientras dura la fiesta, porque después ya no les parecerá todo tan divertido, cuando al día siguiente de haberse excedido en la ingestión de alcohol se sentirán como si El increíble Hulk les hubiera dado una golpiza, o como si una aplanadora les hubiera pasado por encima.

Dolor de cabeza, un mal sabor en la boca, ojos irritados, ardor en la boca del estómago, náuseas, vómitos, diarrea, debilidad general, vista nublada, boca reseca, sed incontrolable, jaqueca...

"Lo que provoca es vomitar hasta cansarse, beber agua y quedarse acostado todo el día", nos dijo Armando Contreras, de 26 años, quien iba medio adormilado en el autobus rumbo al trabajo, bien planchadito, pero con un olorcito que no era precisamente a colonia.

Para vencer la resaca, goma, borrachera o como prefieras llamarle hay quienes aconsejan cortarla con "una cerveza" o con "un trago", como Venancio Almengor, Alfonso Villareal y Lastenia Bermúdez.

Están los que aconsejan beber mucha agua, comer ensaladas y jugo de naranja, para contrarrestar la deshidratación y subir el potasio.

Comer yogurt y beber leche también es el consejo de varios a quienes les preguntamos sobre el tema, como Lisa Stewart, Mario Trejos y los hermanos González.

La mayoría opta por tomarse unas aspirinas u otra pastilla para el dolor de cabeza y quedarse en cama.

El sancocho, bien caliente, o sencillamente una sopa de fideos o lentejas les cae de maravillas a todos. Y, tanto mejor si está picante, a juicio de Benigno Gaitán, Alex Montalvo y Francisco Ureña, que cuando salen de los toldos en la madrugada, "por más engomado que estemos, buscamos una fonda".

Bueno, es asunto tuyo si quieres beber, pero presta atención: ¡Si eres bebedor frecuente, eres alcohólico, busca ayuda médica!