En la ciudad capital parece un mal de nunca acabar la proliferación de kioscos de buhonería. La Alcaldía de Panamá en los últimos diez años ha estado gestionando la modernización de este sector, pero al parecer la desidia está ganando la batalla. La ciudadanía coincide que tantos puestos improvisados da mal aspecto.
Es cierto de que los pequeños comerciantes merecen ganarse el sustento de manera hornada, pero sus puesto no son lo mejor. Por ejemplo, a veces se piensa reactivar el movimiento comercial en Calidonia, pero con tantos puestos improvisados difícilmente se atraerá más clientes, pues la ciudadanía busca comodidad y un ambiente agradable. ¿Y usted qué opina?