Conoce tu alimento

No te restrinjas. Al momento de comer, y si estás cuidando tu peso, no es necesario que llegues al extremo de la restricción.

Estudios científicos comprueban que es indispensable optar por la educación sobre el valor diario del alimento en vez de limitarlo.

A ese valor se le conoce como el valor relativo nutricional -o ingesta diaria- y ayuda a que una persona conozca cuánto requiere de ese alimento diariamente sin preocuparse por las consecuencias en su salud.

Para ello, primero se recomienda ir donde un médico o nutricionista que diagnostique cuánto necesita cada organismo de cada nutriente para estar balanceado.

El segundo paso es leer las etiquetas nutricionales y buscar el valor diario de esa comida.

La manera práctica de desarrollar esa técnica es comer un día una rebanada de queso normal y entre la semana comer una “light”, los porcentajes de los alimentos cambian significativamente según el nutriente y la versión.

La persona podrá comer de las dos, pero no el mismo día. Así alterna comidas y no se restringe un alimento que le podría causar placer, de acuerdo con lo indicado para conservar la salud.

No olvides visitar a tu nutricionista antes de hacer cambios bruscos en tu manera de comer.

Conoce lo que comes, así tendrás ventaja para que tu peso se mantenga.