Un artista que ha pasado 43 años mirando la vida a través de un lente, sabe perfectamente cómo sacar la mejor sonrisa de aquellas personas comunes, con las que siempre nos topamos.
Aristides López, mejor conocido como "El charro panameño", es un hombre que por su empeño y su dedicación se ha ganado el título de fotógrafo a sus 69 años y ha tenido que trabajar de muchas cosas, pero su amor verdadero y vocación siempre la sintió desde la primera vez que tomó una cámara. Con una familia de tres hijos, Aristides trabajó inicialmente como químico, creando sus propios desodorantes y desinfectantes, los cuales vendía en la calle, pero ante el temor de que uno de sus hijos se hiciera algún daño con los químicos, decidió dejarlo. "Mis hijos estaban pequeños, pero yo no podía desarrollar la química, porque no quería enfermarlos con eso productos", explico.
De allí tuvo distintos cargos en ciertas instituciones del Estado. El trabajo para él nunca hizo falta, pues cuando terminaba de hacer algo, inmediatamente pensaba una solución para mantener a su familia. "Yo no perdía mi tiempo buscando trabajo, pues nunca había vacantes", dice Aristides.
Este egresado del Nido de Águila, un día decidió probar suerte con la fotografía y con cámara al hombro salió a buscar el mejor ángulo y el sustento. Poco a poco, fue haciéndose de buenos clientes que lo llamaban para que le tomara sus fotografías, pero para él siempre ha sido muy importante entrar en contacto con las personas, por lo que actualmente se dedica a tomar fotografías en la Ave. Central, donde cada día se instala en un lugar diferente con sus espejos y sus tres cámaras, una profesional y dos instantáneas.
Según "El charro", uno de sus principales secretos para mantenerse joven y alegre, es llevar un vida saludable y sin vicios.
DIVERSION
Cuando no está tomando fotos, Aristides saca sus maracas y hace su propia música, divirtiendo a todos.
|