Es una lástima. No había empezado el Carnaval y ya había comenzado su triste secuela de muertes por accidentes de tránsito. Pero no busquemos el mal en las sábanas y dejemos de "culpar" al jolgorio. La autopista Arraiján - La Chorrera no tiene iluminación. En realidad, es un milagro que allí no haya más accidentes que lamentar. Imagínense, que justo donde está el puente donde se inicia la autopista, yendo hacia el interior, en Arraiján, hay postes caídos, sin luminarias, muy pegados a la misma vía. Un pequeño descuido, y ¡sálvese quien pueda! ¿Cómo es posible que pasan los meses, los años y nadie se hace responsable por esta situación? Y más aún: Todo el mundo se hace de la vista gorda con los camiones que no tienen una sola luz de freno y que transitan en semejante oscuridad. Ya es hora de que las autoridades volteen su mirada y arreglen estas anomalías.
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