¡Nadie pasa! Esa parecía ser la consigna de las autoridades ayer en el Puerto Panamá, San Felipe. Y es que miembros de la Autoridad Marítima de Panamá y guardacostas del Servicio Marítimo fueron estrictos con los más de 600 panameños que se han trasladado hacia las islas del Pacífico durante el Carnaval.
Tal es el caso de la embarcación Congo de Cosaya, que tuvo que esperar unas cinco horas para zarpar hacia la isla Saya, frente a la isla Contadora, pues no cumplía con algunas normas de seguridad de los 16 pasajeros que viajaron finalmente.
También la embarcación Don Joel I fue detenida con cuatro personas y devuelta al puerto por no tener permisos para llevar pasajeros, informó una fuente del Servicio Marítimo. La medida es para reducir los riesgos de accidentes.
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