Para muchos, el fútbol es tan sólo un simple juego, pero para Armando De Gracia, a sus 58 años, es más que eso.
Es pasión, amor, y el diario vivir. Y es que llevar toda una vida practicando esta disciplina y, sobre todo, jugar para uno de los equipos más renombrados del fútbol nacional, como lo es el Plaza Amador, es algo satisfactorio.
"No me canso, creo que me da fuerza, además me divierto, por qué dejarlo",
fueron las primeras palabras que expresó el veterano jugador.
"Mandy", como muchos lo conocen, nació el 1 de enero de 1952 en la capital. Tuvo la oportunidad de integrar la selección a finales de la década de los 70 y mediados de los 80 vistiendo la número 10, siendo esa la mayor satisfacción que le ha podido dar este deporte.
En medio de risas y voces de aliento que producían sus compañeros del equipo Plaza Amador, que se preparaban para jugar la final de ida de la liga Máster de Veteranos mayores de 50 años, el atleta comentó que desde muy pequeño ha jugado al fútbol. Todo inició en los conjuntos del Oratorio Festivo, Plaza Amador y Patio Pinel.
Señala que luego "jugué con la Universidad de Panamá por nueve años, equipo donde logré desarrollar mi fútbol, para después pasar al conjunto del Atlético Panamá.
Con la Selección Nacional llegó a participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1978 en Colombia y también vi acción en las eliminatorias de España de 1982, entre otras competencias, donde compartió con compañeros como: René Mendieta, "Memo" Blanfor, el "Chu" González, el "Toro" Aguirre, de los que recuerda.
"Uno de los momentos más especiales que no podré olvidar fue cuando tuve que ir con el equipo nacional a jugar a El Salvador, país que en aquel entonces estaba en guerra, pero lo más emocionante fue un golazo que hizo Mendieta por las eliminatorias mundialistas del Mundial de España. Ese día todos celebramos el gol como nunca antes", señaló.
Una vez hecha esa remembranza, el mediocampista no pudo ocultar su alegría, cuando de repente sus amigos lo empezaron a llamar: Mandy, Mandy, ven que ya va empezar el encuentro. Fue el tiempo indicado para finalizar la amena plática, pero Armando no se fue sin antes decir: "es mi pasión, y hasta que Dios me lo permita, jugaré".
DATO
Armando visitó países como: México, Guatemala, Salvador, Colombia, Costa Rica, entre otros.