Estás en medio de una encrucijada, tienes que tomar una decisión y no sabes qué hacer.

Te quieres casar, quieres cambiar de trabajo, tienes una relación que sabes que no le agrada a Dios o piensas estudiar una carrera y te gustaría tomar la decisión correcta y no equivocarte.

"Fíate de Dios de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión, teme de Dios y apártate del mal". (Proverbios 3: 5-7)

El secreto es llevar cada una de esas iniciativas que pueden afectar tu vida de forma positiva a negativa, a la cruz de Jesús y pasarlas por el fuego de la oración. Todo lo que no es de Dios se desvanecerá al pasarlas por las llamas de la oración. No des ningún paso si Dios no te indica antes que camines por esas veredas.

Dios quiere que confíes en Él y que le permitas indicarte el camino por donde debes andar.

La oración te ayudará a tomar decisiones sabias. Recuerda que Jesús usó este método para escoger a sus discípulos.

Ora y alaba, que la oración y la alabanza son los faros que te alumbrarán el camino de tu existencia.

Detente, revélale a Dios tus más profundos sentimientos y sueños en oración, seguramente Él te guiará.

No abandones la llamada "recámara secreta" hasta tanto Dios no te entregue el mapa para movilizarte el resto de tu vida.

No tomes decisiones sin la dirección divina, sin consultar al Señor, sin tener la paz de Dios.