Trabajan como hormiguitas. (Foto: ARNOLDO ZEBALLOS /EPASA)
Didier Hernán Gil
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Son tres chicas que emplean bien sus ratos de ocio. Dos de ellas quieren ser abogadas y una anhela ser maestra de preescolar. No obstante, las une la confección de bisuterías, arte que desde hace dos años desarrollan sin descuidar sus estudios y responsabilidades en el hogar.
Rosa María Guerra, de 13 años, fue la que comenzó en la elaboración de pulseras, aretes y collares, pero se le sumaron a esta actividad las vecinitas, Natalie Aparicio y Keren Peralta, ambas de 14 años y que desean estudiar leyes.
Generalmente es en la casa de Rosa María, en Calle F, de San Miguelito, donde se congregan para dejar fluir su creatividad y hacen prendas que no necesitan ser mercadeadas. ¿Cómo? El secreto está en que todos sus vecinos y familiares conocen y han comprado estas piezas, por lo que por referencia le llegan los pedidos.
Esta actividad les permite sufragar los gastos en materiales e incluso les deja buenas ganancias, que son distribuidas justamente.
Al ser cuestionadas sobre si tenían una visión empresarial de esta actividad, descartaron esa posibilidad, a tal punto que no promueven sus productos en redes sociales ni tienen pensado organizar una cooperativa, pues todo lo hacen como un pasatiempo.
En esta actividad juvenil juegan un papel importante las madres, ya que son ellas las que generalmente les compran la materia prima para que estas jovencitas sigan produciendo. No obstante, la sagacidad de estas chicas es sorprendente pues, aunque sus pensamientos distan mucho de economía, tienen claro dónde están los mejores precios y la mercancía de buena calidad.
Estas adolescentes, sin duda alguna, aprovecharon sus vacaciones escolares y son un ejemplo para otros jóvenes, por lo que recomiendan a los estudiantes que tienen edades similares a ellas a que aprovechen su tiempo en cosas buenas y que hagan proyectos con futuro.
APLICADAS
Natalie cursa el noveno grado en la Escuela Bilingüe Juana M. Daniel, Rosa María Guerra cursará el octavo grado y Keren Peralta el noveno grado en el Instituto Alfredo Cantón.