
Tenía unos tacones de plataforma y saliendo de la iglesia, dí un traspié y me torcí el tobillo. Es la tercera vez que me sucede. Cada vez demora más el pie hinchado, es mayor el dolor. ¿Será así siempre?
El tobillo, una articulación de tipo bisagra, recibe cargas enormes, especialmente en la carrera o en deportes con giro sobre la extremidad. Los esguinces son lesiones que ocurren cuando el tejido que une dos o más huesos en una articulación se distiende o se rompe. En el caso del tobillo resultan del desplazamiento hacia dentro o hacia fuera del pie, distendiendo o rompiendo los ligamentos de la cara interna o externa del tobillo.
Los síntomas más comunes son dolor, hinchazón, moretón y disminución del movimiento de la articulación. A veces cuando ocurre la lesión se puede sentir un crujido en el tobillo. El esguince puede ser leve, moderado o severo. Sin embargo, con un tratamiento adecuado, los esguinces de tobillo en la mayoría de los casos curan rápidamente y no se convierten en un problema crónico.
El objetivo primario del tratamiento es evitar la hinchazón que se produce tras la lesión. La aplicación de bolsas de hielo sobre el tobillo durante periodos aproximados de 20 minutos, cuatro a ocho veces al día las primeras 48 horas es útil. Además, se requiere de un vendaje en el área que estabilice y apoye un poco la articulación. Si hay dolor al caminar, debe evitarse el apoyo usando unas muletas. Dependiendo de la severidad de la lesión una férula o un yeso pueden ser efectivos para prevenir mayores daños y acelerar la cicatrización del ligamento. El mal manejo de un esguince puede condicionar que los ligamentos del tobillo queden laxos y la articulación inestable lo que favorece que se den esguinces a repetición. En el caso de damas, se sugiere que eviten el uso de calzados con tacón alto dado que estos imprimen mayor presión sobre el tobillo. También se pueden usar botas o botines que ayudan a apoyar el tobillo y pueden ser estéticamente elegantes.
La movilización del tobillo (flexión y extensión) y trazar círculos con el pie (hacia fuera y hacia dentro), pueden ayudar a reducir la inflamación y previenen la rigidez. Dependiendo de la severidad de la lesión, se puede indicar un programa de rehabilitación apropiado para conseguir un retorno rápido a las actividades cotidianas.
El tratamiento inicial puede resumirse en cuatro palabras: reposo, hielo, compresión y elevación.
Se sugiere reposo hasta que la inflamación o el dolor no existan o sean mínimos y que puedan realizarse saltos hacia delante o hacia los lados sobre el tobillo lesionado sin sentir dolor ni inestabilidad. En los esguinces más graves es una buena idea proteger el tobillo con una tobillera para disminuir la probabilidad de nuevos episodios de esguince.
Es normal sentir algún dolor o molestia en las primeras 24 - 72 horas, principalmente durante la noche. Si es así puede tomar un antiinflamatorios, si no existen contraindicaciones para su uso; pero se debe ser prudente, dado que el dolor es una señal para mantener el reposo y en ocasiones eliminarlo hace que sigamos lastimando la articulación, no permitiendo la adecuada recuperación de los ligamentos.