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Son diversas las causas que llevan a un adolescente a consumir alcohol. Muchos buscan ser aceptados por su grupo de compañeros y amigos. Si son tímidos, lo combaten con el alcohol, pues los desinhibe.
La presión social es otra de las causas, puesto que a diario son bombardeados por los medios y la sociedad en general, incitándoles a consumir, pometiéndoles que alcanzarán metas si lo hacen. Por ejemplo: Un anuncio publicitario o comercial donde se muestre que la rumba queda mejor si hay licor. Si no lo hay, todos se muestran aburridos y sin ánimo.
Los adolescentes están en una etapa de transición, dejando de ser niños para convertirse en adultos. Al ver a los adultos consumir alcohol, ellos creen que es una forma de demostrar madurez e imitan esa conducta para situarse en una posición de supuesta madurez.
Entre los riesgos directos de esta costumbre están la dependencia que produce, al igual que otras drogas. Y enfermedades como cirrosis, presión alta, algunos tipos de cáncer cuya probabilidad de sufrirlas aumenta con el consumo del alcohol.
Efectos
La piel es el órgano más afectado por el consumo del alcohol, produce envejecimiento del mismo.
Aumento de peso.
Problemas sexuales: en los varones puede provocar impotencia sexual y en las mujeres, alteraciones menstruales.
Pérdida de la memoria y disminución de la concentración, es decir, deterioro general en las habilidades cognitivas.
Los padres permisivos, Contribuyena poner a sus hijos en riesgo
Los jóvenes buscan pertenecer a un grupo social y si los compañeros beben licor, lo más probable es que ellos imiten esa conducta para ser aceptados en el grupo.
¿Qué pueden hacer los padres para evitar que sus hijos consulman licor?
Enséñenles que deben ser responsables, puesto que el consumo del licor implica riesgos que deben asumir.
Trabajen en el aumento de la autoestima de los jóvenes, ya que si tienen una alta autoestima será muy extraño que busquen estímulos externos para sentirse aceptados e importantes socialmente.
Los padres y responsables de los menores deben dejar muy claras las normas y reglas y evitar que se rompan, pues mientras más permisivos sean los padres, mayor es la incidencia de los jóvenes al consumo de licor.
Antes de llegar al punto de no saber qué hacer o antes de que la situación se les salga de control, busquen ayuda profesional.
Los padres deben poner de su parte para evitar que sus hijos consuman alcohol porque entre los riesgos indirectos se encuentran los embarazos no deseados, accidentes de tráfico, conductas violentas o la adquisición de enfermedades de transmisión sexual.
Atentos ante las consecuencias
Falsa sensación de seguridad.
Dificulta el habla y el control muscular.
Disminuye la agudeza visual y auditiva.
Irrita las paredes del estómago y los intestinos.
Altera la absorción de sustancias nutritivas necesarias para el organismo.