HISTORIAS
Jesús...

Redacción | DIAaDIA

El abad de un monasterio se hallaba muy preocupado. Años atrás, su monasterio habí­a visto tiempos de esplendor. Sus celdas habí­an estado repletas de jóvenes novicios y, en la capilla, resonaba el canto armonioso de sus monjes. Pero habí­an llegado malos tiempos: la avalancha de jóvenes candidatos habí­a cesado y la capilla se hallaba silenciosa. Sólo quedaban unos pocos monjes que cumplí­an triste y de forma rutinaria sus obligaciones.

Un dí­a, decidió pedir consejo y acudió a un anciano obispo muy sabio. Le preguntó: "¿Hemos cometido acaso algún pecado?" A lo que el anciano obispo respondió: "Sí­, han cometido un pecado de ignorancia. El mismo Señor Jesucristo se ha disfrazado y está viviendo en medio de ustedes, y ustedes no lo saben". Y no dijo más.

El abad emprendió el camino de regreso a su monasterio. ¡No podí­a creerlo! ¡El mismí­simo Hijo de Dios estaba viviendo ahí­ en medio de sus monjes! ¿Serí­a el hermano sacristán? ¿Tal vez el hermano cocinero? ¡No, él no! Por desgracia, él tení­a demasiados defectos. Cuando llegó al monasterio, reunió a sus monjes y les contó lo que habí­a averiguado. Los monjes se miraban incrédulos unos a otros. ¿Jesucristo€¦ aquí­? ¡Increí­ble! ¿Podrí­a ser Fulano o Mengano? Como no podí­an reconocerlo, empezaron todos a tratarse con respeto. El resultado fue que el monasterio recobró su antiguo ambiente de gozo desbordante. Pronto volvieron a acudir decenas de candidatos, pidiendo ser admitidos en la Orden, y en la capilla volvió a resonar el jubiloso canto de los monjes, radiantes del espí­ritu de Amor.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2007 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados